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Jarumi Nishishinya

Por Jaqueline Romero




Retrato de Jarumi Nishishinya


Maia Jarumi Nishishinya nació en 1979 en Resistencia, Chaco. Es licenciada en Psicología y desde su juventud tuvo una formación intensa en el arte. Sus trabajos fueron presentados y premiados en numerosas exposiciones individuales o en grupo.


El erotismo y la intimidad volcados en figuras humanas exhibidas en museos o salas de exposición aún en 2021 siguen causando revuelo en tanto desnudan espectadores que se sienten vouyeristas de su propia intimidad. Moldeando el barro y pintando salvajemente, Jarumi espía a través de la cerradura y recorre, a través de diversos escenarios, la figura humana en su total desnudez.


¿Cuál fue su primer contacto con su material de trabajo?

No tengo un recuerdo exacto, a los 8 años ya le había pedido a mi madre que me lleve a un lugar donde me enseñaran a dibujar la figura humana porque estaba preocupada de no hacerlo como yo quería. Pero antes de eso, tuve contacto con el barro o la arcilla, ya que mi papá trabajaba con esos materiales. Los días de lluvia me daba placer jugar con la acuarela.


¿Hubo alguna obra de arte que haya definido su vocación o que le haya impactado en su infancia/ juventud?

Sí, una reproducción de Modigliani que había en mi casa, que retrataba la figura humana.
























Amadeo Modigliani -

Woman with Blue Eyes,

1918



¿Con qué otras disciplinas artísticas (no visuales) relacionaría su obra?

Algunas de mis obras están ligadas a la escritura, tanto de poemas como de cuentos, incluso de novelas y letras de canciones. Me han inspirado, he transcripto esas letras, citado a esos autores. Incluso tenía un proyecto con una poeta para hacer una obra en conjunto.


¿Y cómo relaciona su obra con sus estudios en Psicología?

Lo relaciono desde lo más visceral en cuanto que desde niña estaba preocupada por hacer un tratamiento de la figura humana que me convenciera. Mi obra es figura humana: las situaciones de los seres humanos plasmadas ahí, relaciones, expresión de los rostros, sentimientos. Elegí Psicología por el psicoanálisis que se relaciona con la esencia del ser, que trata de entender el psiquismo. Es visceral, desde un inicio como niña y relacionado a la preocupación por lo mundano. No hago paisajes, no trabajo animales, es esencialmente el ser humano.




















Jarumi Nishishinya

Amor sumosan

(2021)

Mixta

65 cm x 95 cm




















Jarumi Nishishinya

S/T

(2020)

Tinta

35 cm x 50 cm



¿Cómo le afectó la pandemia a niveles de producción artística?

La pandemia ha afectado a mi producción de manera significativa. Cuando comenzamos a ver la gravedad de la situación no podía hacer nada, estaba tan shockeada con lo que estaba pasando que no podía agarrar ni siquiera un lápiz. La cosa empezó a agravarse cada vez más, yo recordaba que a mis veinte años había tenido una operación de pulmón entonces podía ser de riesgo, y el encierro ya había pasado a ser de más de un mes; entonces en ese momento comencé a pintar y a dibujar como una condenada. Venía trabajando la idea de iniciar una serie que se llamó “Intento de Homenaje al shunga”, que es un género japonés de estampas que tiene que ver con la representación del sexo, y fue recrear eso. Por lo tanto, ir directo a ese tipo de representación tiene que ver con llevar al extremo el erotismo, teniendo en cuenta que mi obra ya es erótica. Y me aferré y no paraba de pintar, desde la mañana hasta la madrugada. Eso hizo que me afiance en las técnicas, en una metodología de trabajo. Y ahí me di cuenta por primera vez que yo tengo confianza en el inicio de una obra, porque ya sé cómo lograr el efecto que yo quiero ver. Esto era algo que yo no era consciente antes de la pandemia.

Con la pandemia, para mí, costaba mucho encontrar sentidos, y creo que la obra es lo que perdura, y también hay que saber para qué uno está acá. Para mí el arte no lo elijo, yo no puedo existir sin arte, es lo inevitable.


¿Cuál es su obra de arte favorita? (de cualquier artista, de cualquier disciplina)

Las 6 suites para cello de Bach interpretada por Rostropovich, me mata eso. La música es tremendo arte.


Entiendo que su inspiración parte de lo humano, también del erotismo, pero ¿cuál es su proceso de creación? ¿Cómo se dispone a crear?

Hay disparadores, como una novela o cuento que estoy leyendo; o alguna imagen o situación que veo, algo que me despierte empezar a abordar ese lado o esa temática que me intriga resolverla visualmente para materializarla. Así surgen las obras, y de acuerdo a lo que quiero resolver elijo el material con el que trabajar. Allí empiezo con la serie, hasta no agotarla no la abandono. Y cuando la dejo comienza un período de angustia porque no estoy haciendo nada y no sé qué me pasa, pero a veces se debe a que estoy pensando otra.

Con la serie Hipermodernidad, yo quise ser como un ojo que espía por la cerradura de distintos hogares, pero en zonas más que nada íntimas, y ahí me encontré con personas con aparatos tecnológicos; pero no es que yo pensaba en hacer una temática de la relación del ser humano con la tecnología, para nada.














Jarumi Nishishinya

S/T, de la serie Hipermodernidad,

2019.

Cerámica



Jarumi Nishishinya es una artista comprometida con su búsqueda por un tratamiento de la figura humana desde pequeña. Su interés por sus orígenes, por el erotismo y su relación con lo humano, la llevan al contacto inmediato con el hacer artístico manual, en una suerte de catarsis de ideas y conceptos formados intelectualmente y volcados en la tangibilidad del cuerpo hacedor. Para conocer más de su trabajo, se pueden visitar sus redes:


Instagram: @jaruminis


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