Por Jaqueline Romero
Reina de sándwich 20 metros más barato es una instalación o escultura realizada en la vía pública en el mes de noviembre de 2011, en la ciudad de Resistencia, Chaco por la artista Celeste Massin. La misma fue emplazada en la vereda de la casa que vivía y alude al backlight del local comercial, ubicado 20 metros más adelante en sentido de la calle, con el mismo nombre y rubro en género masculino. En el año 2012, Celeste es invitada a participar en la muestra POPSAND, con esta escultura pública en el Hall de la Casa de las Culturas, Chaco; para esta oportunidad la escultura estaba a 9 cuadras de su lugar de origen y del local que le daba nombre y sentido, por lo que la denominación se modificó a Reina de sándwich ahora 920 metros más barato.
Esta obra es el resultado de un proceso de observación desarrollado durante los dos años que la artista vivió al lado del local Rey de sándwich (Marcelo T. de Alvear 999), en los cuales experimentó la convivencia con lo que acontecía alrededor de este negocio de comidas. Esta Reina de sándwich se yergue a 20 metros del Rey de cierta manera que parece desafiarlo, aunque no hace más que entablar un diálogo. Fue el entorno el que le otorgó ese carácter de competencia, siendo que la obra de Celeste nada tenía que ver con ofrecer alimentos verdaderos.
La Reina despierta desconcierto por su contexto: un simple cartel que enuncia un producto que realmente no existe se convierte en una confrontación al sistema mismo de capitalización. Lxs clientes y hasta lxs dueñxs del Rey se indignan por la nueva “competencia” a 20 metros del local de comidas, que ofrece el mismo producto, pero más barato, ignorando el carácter artístico y escultórico de lo que no imaginan que es una obra de arte. Personalmente, resalto otro rasgo de esta instalación urbana que me es difícil pasar por alto: este “producto” más barato, está relacionado con las asimetrías sociales que vive la mujer como consecuencia del patriarcado. La Reina de sándwich es más barata que el Rey de sándwich, no sólo por sus 20 metros de diferencia sino por su carácter femenino. Entran en cuestión las lógicas de competencia capitalista y hasta un debate del género mismo. Probablemente el Rey de sándwich tenga mejores sándwiches, pero el verdadero revuelo lo causó la Reina.
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