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Hugo Blotta

Por Jaqueline Romero












Retrato de Hugo Blotta.

Fotografía de Cecilia Gómez Kum



Hugo Blotta nació en 1957 en Capital Federal, pero al poco tiempo su familia se mudó con él a Resistencia, Chaco. Fue gracias a que acompañaba a ensayos de obras de teatro a su padre, Osvaldo Blotta, quien era parte de la asistencia técnica del grupo El Tablado, que Hugo tuvo sus primeros acercamientos al teatro. Alrededor del año 1976, fue alumno de importantes referentes del teatro chaqueño como Gladis Gómez, Carlos Schwaderer y Coco Barreda. Después de dos años, Blotta abre el grupo Teatro para todos que funcionaba en el club El Progreso, donde comienza a dirigir. Y con su interés por el teatro comienza a despertarse su interés por la gestión cultural, siendo consciente de la necesidad de esta misma para el trabajo actoral. Se destaca por su incansable militancia cultural y sus esfuerzos de gestión, resaltando siempre que el teatro también es una empresa y lxs actores son trabajadores, por lo que deben ser reconocidxs como tal.


En 1985 fundó Sala 88, instalada en sus inicios en Roque Sáenz Peña 163, en un edificio alquilado donde se le dio continuidad al Instituto de teatro. Para la inauguración de esta sala, hubo dos eventos multitudinarios que fueron la fuente de financiamiento: el show de Facundo Cabral y el del cuarteto Zupay. Este nuevo espacio no sólo se convirtió en su espacio de creación sino también en su segundo hogar y en el refugio de actores y actrices, de bailarines, de músicos, de elencos del interior de la provincia y de cada punto del país. En 1999 la Municipalidad de Resistencia le entregó en comodato el terreno de French 845, con el desafío de que se construyera la Sala 88. Así fue que se asentó hasta el día de hoy este espacio cultural que ha sido la casa de varias camadas de teatrerxs y de diversos eventos.


El trabajo como gestor y hacedor cultural de Hugo engrandece su trayectoria, siendo fundador y primer director del Centro Cultural Alternativo (Ce.Cu.Al.) y promotor de la Asociación de Técnicos Teatrales, Actores y Coreógrafos del Chaco (ATTACH). Y así también, en su afán por producir y trabajar del teatro, fue autor y director de diversas obras o reversiones como El agujerito finito (estreno en 2001), 3 mujeres 3 (1991), Blancanieves y la computadora (1991), Hacer pum (estreno en 1991), Nosotras (estreno en 2003), Crónica de amor en los 90 entre Analía y Ganapan (2008), etc. En su afán por llevar el teatro a toda la sociedad, fue director de varias obras infantiles tales como Los súper amigos (2007), Caperucita Roja (1987), El día de los colores (2005), etc. Dirigió también el Stand Up de la Sala, una creación colectiva de humor que tuvo su estreno en 2007.









Fotografía de El Agujerito finito (versión 2016)














Fotografía de Nosotras (2003)















Fotografía de Crónica de amor en los 90 entre Analía y Ganapan (2008)













Fotografía del Stand Up de la Sala (2007)



El 3 de febrero de 2020, a los 63 años de Hugo; en un infortunio, se produce un incendio que arrasa con Sala 88 destruyendo más del 80% de equipamientos y de infraestructura de los escenarios. Pero esta catástrofe no sirvió más que para demostrar que la incansable gestión y labor de Hugo no se apagaron junto con el incendio, se avivaron más. Después de exactamente un año, pandemia de por medio, y gracias a lo que él llamaba “prepotencia de trabajo”, Sala 88 reabrió sus puertas como el Ave Fénix que renace de las cenizas.




Fotografía del escenario de la sala principal después del incendio

Fuente: diario Chaco hoy



El 5 de julio de 2021, agravado por la enfermedad del Covid-19, Hugo Blotta falleció, a sus 64 años, no sin dejar un legado en el teatro y la cultura chaqueña y una semilla en cada una de las personas que han trabajado con él. La obsesión de seguir a pesar de todo es de las lecciones más importantes que dejó y que está inscrita en el teatro chaqueño, el cual no ocuparía el lugar que hoy tiene si no fuera por sus pioneros, o como diría Hugo, sus trabajadores, siendo él una pieza muy importante.


Se ha dicho mucho en portales de noticias que “quedó una butaca vacía”, pero hay un gran error en esta afirmación, y es que Hugo llenó todas las butacas. Y si la realidad te supera: Vermut, papas fritas y Good show.


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